De marzo, 2024
Nunca he sido creyente. Me enseñaron a acudir a Dios cuando algo estaba mal o en espera de algo bueno, un atisbo de ilusión.
Hoy he acudido a él en más de una ocasión, como me enseñaron, con infinita desesperación. Tal vez sea el lugar, tal vez sea yo, tal vez no le gusta que le busque cuando le necesito. Sin afán de equivocarme, porque si he de estar equivocada que me lo haga saber. Porque si de algo estoy segura es que Dios no te escucha si estas en oncología...
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